lunes, 31 de julio de 2017

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¿Y si te digo que me apetece mucho mucho besarte?
Pero no besarte y ya está, si no de esa manera en la que me besas y el resto del mundo desaparece.
De esa manera en la que me haces sentir muy especial. De esa manera en que justo después me quitarías la ropa y me harías el amor en ese preciso momento...
Que necesito que me abraces, pero no un abrazo cualquiera.
Un abrazo de esos en los que haces que me sienta súper protegida y que nada puede pasar estando así. De esos en los que después tus manos empiezan a recorrer mi cuerpo sin dejarse ni un solo rincón. De esa manera en la que tú y yo acabamos por ser solo uno.
Que necesito sentir tus manos, recorriendo mis caderas. Y tu cuerpo buscando al mio. Y ya está.
Y que te quiero.

jueves, 20 de julio de 2017

¿Y qué hay ahora de ese al que tanto amabas? ¿Ya lo olvidaste? El amor de los jóvenes no habita el corazón sino los ojos. Cuántas lágrimas por él, y cómo lavaron tus claras mejillas. Cuánta agua salada vertida inútilmente por un amor que ya no sabe a nada. ¿Porqué el amor parece tan dulce en apariencia, y si se prueba tan tirano y cruel? Y si, ella posee la riqueza de lo bello, pero es pobre. Porque todo cuanto tiene, con ella he de morir. Pues porque para el amor, no hay límites de piedra. Y lo que el amor puede, lo debe intentar el amor. Si alguna vez fuiste tu mismo, si los suspiros eran tuyos, tú y tus suspiros eran para ella. Y ahora has cambiado

domingo, 16 de julio de 2017

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Tenemos memoria, tenemos amigos, tenemos la risa, los bares, tenemos la ducha y la fe. Sumo y sigo, tenemos moteles, garitos, altares, como lugares infinitos. Tenemos urgencias, amores que matan, tenemos silencio, razones. Tenemos Venecia, tenemos Manhattan. Tenemos zapatos, orgullo, presente, tenemos costumbres, pasado, tenemos la boca, la lengua, los dientes, saliva, cinismo, locura y deseo. Tenemos pasión encerrada y el rock. Los pies en el barrio y el grito en el cielo, historias de noches, estaciones de meses. Tenemos un as escondido en la manga, tenemos nostalgia, piedad, insolencia, mentira, desamor, la pérdida, monjas de Fellini. Curvas, veneno, resaca, perfume y violencia. Tenemos un techo con libros y besos, tenemos el morbo, los celos, la sangre. Tenemos la niebla metida en los huesos, tenemos el lujo de no tener hambre. Tenemos talones de Aquiles, ropa de domingo, ninguna bandera, el consuelo, tacones de aguja muy altos, nubes de verano, recuerdos enamorados. Setas en noviembre, fiebre en primavera. Glorietas, revistas, pistolas, que importa, no me olvides, lo siento, hasta siempre, te quiero, olvidame, hinchas del atleti, el perdón. Tenemos el mal de la melancolía, la sed y la rabia, el ruido y las nueces, tenemos el agua y la pena, el santo milagro del pan y los peces. Tenemos princesas, tenemos donjuanes, tenemos horóscopos. Biblias, Coranes, ramblas en la luna, vírgenes de cera. Tenemos naufragios soñados en playas de islotes sin nombre ni ley, ni rutina. Tenemos heridas, medallas, laureles de gloria, coronas de espinas, logros que no llegan. Tenemos caprichos, amaneceres, ángeles caídos, barquitos de vela, pobres exquisitos, ricos miserables, ratoncitos Pérez, dolores de muelas, truenos, relámpagos, dioses del sol. Tenemos proyectos que se marchitaron, crímenes perfectos que no cometimos, retratos de novios que nos olvidaron, y un alma en oferta que nunca vendimos. Tenemos poetas, colgados, canallas, Quijotes y Sanchos, abuelos que siempre ganaban batallas, caminos que nunca llevaban a Roma. 

miércoles, 12 de julio de 2017

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¿Cómo sabemos que algo es verdad? ¿Dónde está esa famosa verdad? Cuando somos jóvenes creemos que mejoraremos con los años pero al ser mayor añoras los años de juventud. Cuando estás encerrada en casa sueñas con estar lo mas lejos posible y cuando viajas a algún punto lejano del planeta solo piensas en volver a casa; echas de menos a alguien hasta que lo tienes a tu lado, entonces, lo echas de más. Esté donde esté, la verdad estará siempre lejos de nosotros, en otro sitio. Desde luego que a nuestro lado, no. Además, ¿quién necesita tener la verdad cerca? ¿Para qué? ¿Acaso hace algún bien? ¿Queréis oír la verdad? Pues yo os diré una, la única que hay, porque solo hay una verdad absoluta. Y ésta es, que la verdad no existe. Que todo, todo, todo en esta vida es mentira. 

jueves, 6 de julio de 2017

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El pánico es como una caja de cerillas, todos tus miedos están ahí dentro; cada uno, con una cabeza de fósforo roja, y si de repente uno de ellos se prende, todos los demás arden inevitablemente. Así que solo hay una forma de que la hoguera del pánico no te lleve por delante y es separar las cerillas, desgranar los miedos y apagarlos, uno a uno, porque los miedos se alimentan de lo desconocido, de la falta de verdad; y para descubrir la verdad, uno solo necesita clarividencia. Así empecé a buscarla, tirando de cabos sueltos, como una carta del tarot.